nutrición deportiva

Adecúa tu alimentación a la práctica deportiva

Adecuar la alimentación a la práctica deportiva no sólo nos permitirá mejorar el rendimiento físico, sino que será, en combinación con la práctica de ejercicio físico, un aliado perfecto para mejorar nuestra salud.

Practicar deporte de forma continua y siguiendo los consejos de diversos expertos -como fisioterapeutas, preparadores físicos, podólogos, etc.- no sólo garantiza practicarlo de forma segura y reduciendo el riesgo de padecer lesiones, sino que, a largo plazo, también supondrá un mejor rendimiento. Y es que, como todo en la vida, la práctica hace al maestro.

En anteriores artículos ya se ha hablado de la importancia de ciertas pruebas o estudios previos a la práctica deportiva, como por ejemplo los estudios biomecánicos y de la pisada o las pruebas de esfuerzo. El objetivo de los mismos no es otro que el de garantizar la salud del deportista.

La atención se centra ahora en la importancia de una correcta alimentación para los deportistas. Y es que alcanzar un rendimiento deportivo óptimo no depende en exclusiva de utilizar un equipamiento adecuado, de mejorar la técnica de carrera o de cambiar algunos hábitos posturales. Lo qué ingerimos y cómo lo ingerimos es vital para poder seguir y mejorar como deportistas.

 

Distribución de las comidas

 

La sabiduría popular dice que lo mejor es comer más veces al día pero menos cantidad por comida. Entre 4 y 5 comidas al día es lo más recomendado, para un deportista además es importante el aporte energético de cada comida. Los expertos del Consejo Superior del Deporte recomiendan:

 

  • Desayuno: 15-20%
  • Comida: 25- 35%
  • Merienda: 10-15%
  • Cena: 25-35%

 

Consejos de nutrición

 

¿Qué tipo de alimentos le aportarán mayor energía al deportista y cómo y en qué momento debe ingerirlos? Una buena nutrición deportiva pasa por estos consejos:

  • Adquirir buenos hábitos: Llevar una dieta sana y equilibrada todos los días, no sólo aquellos en los que se va a entrenar o a participar en una competición.
  • Hidratarse adecuadamente antes, durante y después de la práctica deportiva y sin esperar a tener sed, ya que el sudor y la pérdida de agua durante el ejercicio retardan esta sensación y ello puede provocar una deshidratación.
  • Encontrar la proporción adecuada entre proteínas, grasas e hidratos de carbono para no sentir hambre a la hora de practicar ejercicio y así alcanzar los objetivos.
  • Consumir carbohidratos compuestos -como el pan, la pasta, el arroz…- por la mañana, ya que son de metabolización lenta y dosifican la energía a lo largo del día. En cuanto a los carbohidratos simples -refrescos, azúcar-, consumirlos solo puntualmente.
  • Limitar el consumo de grasas, especialmente las de origen animal. El consumo de grasa no debería superar el 25-30% de las calorías ingeridas, y se recomienda decantarse por las de origen vegetal (aceite de oliva, frutos secos…)
  • Que no falten proteínas en la dieta, ya que permiten el desarrollo muscular, pero sin exceso. Se encuentran en todo tipo de alimentos como la carne, el pescado, los lácteos, los huevos… Con una dieta adecuada, un deportista no debería necesitar suplementos.
  • Adecuar las comidas al plan de entrenamiento, sin saltarse ni una sola y centrando el consumo de carbohidratos especialmente antes y después del deporte.

Adecuar la alimentación a la práctica del deporte tiene numerosos beneficios. Desde la prevención del aumento de peso, hasta la reducción de padecer algunas enfermedades del corazón o la diabetes. También mejora el tono muscular, previene el estrés o la depresión y mejora el estado de ánimo.

En Ergodinámica Clínica, nuestros nutricionistas especializados en el deporte te ayudarán a adecuar tu dieta a la práctica deportiva que lleves a cabo para mejorar así tu rendimiento deportivo y tus resultados.