6 Consejos para disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud

El verano es una época del año que invita a pasar más tiempo fuera de casa, a hacer deporte, ir a la playa o piscina y en esencia, a disfrutar de nuestro tiempo libre con amigos y familiares.

El hecho de de que realicemos más actividades de lo habitual sumado a las altas temperaturas características de esta época del año hace que tengamos que tengamos que tomar algunas precauciones si queremos disfrutar de todo lo positivo de esta época sin poner en riesgo nuestro estado de salud, especialmente aquellas personas que padezcan o hayan padecido algún tipo de enfermedad cardiovascular.

A continuación os damos algunos consejos que seguro os ayudan a disfrutar al máximo de vuestras merecidas vacaciones sin comprometer vuestra salud.

Moderar la exposición al sol

Aunque tomar el sol es necesario para metabolizar la vitamina D,  no debemos abusar de ésta práctica y mucho menos durante las horas de calor más intenso (12 a 17h). Si nos gusta ponernos morenos/as, no hay que olvidar que debemos hacerlo de manera progresiva y SIEMPRE aplicarnos protección solar de manera recurrente por aquellas zonas que van a estar expuestas al sol. De este modo podremos evitar quemaduras producidas por los rayos del sol o incluso problemas más serios como son los melanomas.

Evitar cambios de temperatura bruscos

A pesar de que algunas de las enfermedades respiratorias como el resfriado o las anginas son padecimientos muy frecuentes durante el invierno, es importante  no bajar la guardia también durante los meses de verano.

El aire acondicionado, hoy día presente en casi cualquier hogar o puesto de trabajo nos permite estar frescos en los meses más calurosos del año pero también nos puede hacer enfermar debido a los cambios bruscos de temperatura. Evitar someter a nuestro cuerpo a estos cambios bruscos nos ayudará a prevenir cualquier enfermedad relacionada, evitando así tener que estar en cama unos días durante nuestras vacaciones. Ajustando el termostato de nuestro aire acondicionado entre 2 y 4º por debajo de la temperatura ambiental no solo nos evitará resfriados sino que además también estaremos ayudando al medio ambiente. También es recomendable evitar el baño en agua con temperatura inferior a los 25o.

Ejercicio sólo en horas de menor temperatura

El ejercicio es aconsejable durante todo el año, pero en verano todos debemos extremar las precauciones. En primer lugar, evitando las horas del día de más calor y, en segundo lugar, escogiendo deportes de menor impacto y que permitan mantener el cuerpo a buena temperatura y fresco (como la natación), especialmente si se padece alguna descompensación cardiovascular.

Pacientes de insuficiencia cardiaca u otras enfermedades crónicas deben evitar el ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor y humedad a toda costa porque su corazón tiene una menor capacidad para eliminar el calor corporal.

Ropa adecuada

Ya hemos hablado en anteriores artículos sobre la importancia de la ropa para hacer deporte en verano. Vayamos a practicar deporte o no, es recomendable llevar prendas frescas, cómodas y transpirables que no nos den más calor y nos hagan sudar todavía más.

También es aconsejable llevar gorros o sombreros que nos cubran la cabeza hasta las orejas para así evitar insolaciones. Por último, debemos llevar un  calzado cubierto para caminar por asfalto y ciudades.

Cuida tu dieta

También hemos comentado anteriormente algunas de las claves de la dieta en verano, Lo primero y más importante, si en verano reduces la práctica deportiva, hay que ajustar lo que consumes. A menor gasto calórico, menor debe ser la ingesta de calorías ¡Concédete caprichos, pero no te excedas!

Las frutas son ideales para ésta época del año ya que además de aportarnos una gran cantidad de vitaminas y minerales beneficiosos para el organismo nos ayudan a hidratarnos por su alto contenido en agua y sus azúcares nos aportarán energía para realizar cualquier actividad. Para individuos con problemas cardiovasculares se aconseja evitar los excesos, las dietas centradas en un mismo tipo de alimento (especialmente los ricos en vitamina K, que reducen los efectos de los anticoagulantes anti vitamina K). En su lugar, se aconseja apostar por una dieta variada rica en cereales, fruta fresca, pescado azul, etc. (alimentos cardiosaludables). Reducir o eliminar las grasas saturadas, el café, la sal, el alcohol y, por supuesto, dejar de fumar.

Hidratarse abundantemente

Por la calor y el aumento de la sudoración que este conlleva, toda persona debe cuidar su hidratación en verano. Se recomienda un consumo de entre dos y dos litros y medios de agua embotellada, la corriente (especialmente si se viaja al extranjero) puede producir diarreas. En relación a la excesiva exposición al sol, si no nos hidratamos adecuadamente, puede aparecer una grave hipotensión o pérdida de conocimiento, por lo que el agua, una limonada, helados y refrescos pueden ayudarnos.

Si se toman diuréticos, hay que extremar las precauciones incluso revisar las dosis con el médico o el especialista, porque reducen el exceso de agua en el cuerpo. 

Dentro de la importancia de hidratarse en verano, encontramos que hay ciertas bebidas típicas de esta época que son saludables. La cerveza, por ejemplo, disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares porque aumenta el colesterol bueno y el lúpulo tienen efectos antibióticos y antiinflamatorios, aunque obviamente hay que moderar su consumo.

Los granizados son sanos por su gran contenido en agua y su bajo índice calórico, aunque los niveles de azúcar sí son significativos, por lo que también se debe moderar el consumo.

La horchata es una bebida energética, rica en azúcares y grasas saludables, bajo contenido en sodio y elevado en potasio. Muy recomendables para todas aquellas personas que no sufran de sobrepeso.

Por último el gazpacho, que conserva todos los beneficios de sus ingredientes al no estar cocinados y es rico en vitaminas C y E, está repleto de antioxidantes, fibra y minerales y su consumo reduce la presión arterial.

Esperamos que estos pequeños consejos os ayuden a disfrutar al máximo de vuestras merecidas vacaciones pero sin perder de vista algo tan importante como es nuestra salud, a la que  no siempre le prestamos la atención que se merece hasta que sucede algo.

Que tengáis una FELICES VACACIONES

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